Yoga
01 de julio en 2012
 
- El yoga se hace desde hace siglos en la India, en el Himalaya, en el Tibet y en Chicago-.
Esto me lo dijo -casi- textualmente una amiga cuando estaba yo mirando por la ventana del frente.
Como estaba distraido y entendí otra cosa, le respondí que pensaba que el yogur era un invento judio.
Me abrazó desde atrás, abarcando mi cuello y me puso a 2 cm. de los ojos un folleto publicitario de un centro de yoga, reiki y demás que estaba en su barrio. En la portada se veia algo parecido a un humano con las piernas flexionadas al punto de tocarse las "aceitunas" con los talones y sostenerse el "pickle" con la planta de los pies. De la cara podria decirse que intentaba controlar un dolor o una pena muy grande y juntaba, al final de cada brazo extendido a los dados, los dedos pulgar e índice; como diciendo "me quedaron así de chiquitos al aplastarlos".
- El Yoga elimina la carne floja y proporciona paz espiritual. Te voy a prestar un jogging mío para que vayamos esta tarde a una demostración gratuita- sentenció Iliana.
Observé sus ojos para ver si no estaban muy dilatadas sus pupilas o errática su mirada, pero toda esa maravillosa mujer era la personificación de la paz. Incluso me hizo olvidar de sus vecinas, a las que yo estaba viendo con interés.
Desde ese momento controló todo mi día. Me llevó a su dormitorio y me presentó el jogging como lo haria una vendedora a su cliente más estimado. Me lo hizo poner (para lo que casi me desnuda ella), me hizo mirarme de frente, de atrás, de un costado, del otro...
No estoy en mi mejor estado físico, pero no me daria vergüenza mostrarme desnudo, sólo pudor. Así que el dichoso yoga sería entonces por mi paz espiritual.
Luego comimos liviano. Unos medallones de arroz inflado acompañando un té y algo así como un suflé de vainilla, pero también con mucho gusto a aire.
Si me hubieran hecho una ecografia, mi estómago tendria el perfil de un signo de interrogación. Como el que se veria al final de ¿es broma?.
A eso de las 3 de la tarde llegamos a la casa del yogui, donde nos recibió un tipo que calzaba unas chinelas blancas y un batín que dejaba ver -lo que me pareció- un par de piernas depiladas. A esa imagen hay que sumarle el enrulado cabello "humedo". Efecto, quizá, de algún cosmético.
Honestamente, pensé que nos habiamos equivocado y estábamos en la casa de un gigoló.
Nos hizo pasar y nos presentó a 5 damas jovencísimas, que estaban vestidas con ropa deportiva que tenian diferentes tamaños y estilo en cada una de ellas. Como si yo no fuera el único con algo ajeno; incluyendo el talle, en lo ajeno.
Sonaron tres campanadas cristalinas y las chicas comenzaron a desnudarse como si fueran a bañarse. Eso me hizo pensar en una película que no voy a nombrar acá porque hasta en el título decia una chanchada.
No se desvistieron completamente; tenian una malla enteriza debajo, que deben haber comprado cuando fueron niñas a juzgar por la carne que se escapaba por debajo y por arriba.
Yo tengo 42 años y estas damitas estaban en sus florecientes y sinuosos 25 (mi amiga tiene 46). Así que me puse a mirar detenidamente el suelo que era, además del techo, la única superficie que no tenia carne tierna y piel joven a la vista en una habitación con espejos.
Intercalaba la observación de la alfombra con miradas al yogui cuando el tipo, de repente, junta las palmas planas y se achica hacia abajo quedando en la posición flor de loto.
Me hizo acordar de cuando el Chapulín Colorado tomaba la pastilla de chiquitolina.
Si alguna vez han prestado atención viendo como se levanta una criatura de año y medio y pone de pie, sabrán como hice el movimiento contrario para sentarme. Además, a diferencia de las chicas, mis rodillas quedaron a 10 ó 15 cm. del piso. Como todos -menos yo- tenian los ojos cerrados, hice trampa y apoyé una mano en cada rodilla para bajarlas.
No funcionó. Quedaba espacio para que pasara sin problema alguna tortuga lenta. Porque también pasaria tiempo antes que yo lograra el estado físico requerido.
Puse las dos manos sobre mi rodilla izquierda y presioné.
Funcionó. Pero como en un balancín, mi rodilla derecha subió. Y subió...
Puedo asegurar, por lo que percibí con la piel de mi cara, que la malla de la chica que estaba a mi izquierda era sedosa.. No así su voz, que fue más bien un áspero chillido.
Yo me ruborizo con facilidad por pudor o vergüenza, pero al observar uno de los espejos -ya no sabía donde más mirar- vi que no tendria nada que envidiarle a ningún camarón.
Afortunadamente el yogui propuso un ejercicio para relajar y tonificar los sistemas de nuestro organismo. Nosotros hariamos el Hatha Yoga.
Ha significa el paso del aliento por la ventana derecha de la nariz; Tha, por la ventana izquierda. Yoga es la unión de ambas corrientes
Tiéndanse de espaldas, imagínense que están en un aislado jardín florido. En el aire está una sutil fragancia. Todo el cuerpo se relaja cada vez más. Un sopor los invade.
Desde donde estaba yo podia ver que las únicas flores eran de un tatuaje en un tobillo. El monte era de Venus. Y estaba respirando al compás del pecho de una de las chicas, ya casi imaginando respirar encima.
Debo haber estado aspirado mucha fragancia sutil porque hasta llegué a marearme.
Cuando reaccioné estaba tapado, en una cama y oía como Iliana hablaba con su marido acerca de alguien que habia hecho un papelón en algún lugar.
 
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