Buceo

2015.11.17

Buceo

 

Tengo que elegir entre el buceo y el paracaidismo.

En uno siento presión en todo el cuerpo; en otro, sólo desde abajo. En uno la mochila no se desarma, pero en el otro no se desaira. Tampoco se parecen mucho las vistas a 15 metros bajo superficie a las de 1500 msnm.

Para quienes nos hemos criado en Entre Rios (Ar) el buceo se aprende a pulso. Más bien al tacto. Las aguas son marrones, tanto del Paraná como del Uruguay; Aunque el oriental es menos terroso.

Bucear en los arroyos de la provincia es posible siempre que uno no pretenda meter todo el equipo. Se dejan el tanque y las aletas afuera del agua, como yo lo hice con el rio Guayquiraró (al norte).

El traje suele ser negro para los que no tienen una figura atlética. Para los profesionales tiene una "gama" de 2 colores: gris oscuro y azul marino, que son los que se usan en los espectáculos.

A pesar de ser más antiguo que las calzas de los ciclistas tienen muy poca renovación en cuanto a colores y texturas. Negro, liso, duro. No como los trajes aislantes para la nieve (de Andes o Antártida), que son holgados y en colores vistosos: azul eléctrico, verde fosforescente, amarillo mostaza/picante, violeta rabioso, naranja fermentada, rojo semáforo...

Los de buceo son ajustados, negros y sólo se puede elegir de pernera completa o "bermuda".

Te ajusta en la panza, te ajusta en los huevos (no importa cuanto los acomodés), te ajusta en los glúteos, en los hombros, la espalda, la zona lumbar... todo y a todos.

Es una vestimenta universal; no se nota si tenés pitulingui o tetas, la mitad superior de la cara tapada con antiparras y tenés la boca tapada por el respirador. Para opinar sobre algo o avisar sobre un riesgo inmediato tenés apenas más opciones que el sr. Stephen Hawking. Señalar un curso de acción que uno quisiera probar en las distintas oportunidades te cuesta lo mismo que a C-3PO (de Star Wars). Te movés con la misma dinámica, como si estuvieras muerto de frio.

Algo tan sencillo como "Che. Vamos a ver que hay por allá": 3 minutos para expresarlo por señas. En clave Morse, con parpadeos, un cabeceo y ademanes tan viriles como los de una sirena: menos de 2 minutos.

Antiguamente los cursos de buceo (con escafandra) eran una versión civilizada (¿se dirá así?) de los militares. Comparados con los actuales se parecen como los Hardy Boys a la pandilla de Scooby Doo.

Se recomienda que la actividad sea hecha de a dos aunque seas tuareg y a los esquimales, que lleven adosadas tiras de material luminoso pues es considerado de mala educación arponear a compañeros del grupo.

Bucear sin linterna, más abajo de 15 m. es como flotar en un nubarrón. Tenés izquierda y derecha, pero vas a tener que usar la sesera para determinar qué es arriba y qué abajo. Tampoco es de inteligentes remover el agua del fondo, el limo se desliza a la menor provocación, como un montón de ceniza. Uno ni le respira cerca.

Aún cuando a uno lo motive el chisme y el rumor morboso de cómo y por qué eso naufragó en el mar se le llamará exploración oceánica. Dicha exploración me sirvió para aprender cosas.

Un barco hundido se diferencia de la casa de mi abuelo por 2 cosas: el agua y la timonera. El resto tiene el mismo aspecto. Ahí tampoco han barrido u ordenado en años y también vive un pulpo, según la opinión de algunas revendedoras y promotoras que han querido hacer un cliente.

Lo que hace caro el deporte o recreación no es la práctica propia sino lo lejos que nos queda el agua traslúcida y no muy correntosa para ver la actividad animal acuática o un témpano completamente.

El costo del viaje impone límite para la mayoria de los mortales. Como la población mundial no está concentrada en las Galápagos ni en Groenlandia, nadar con delfines (por ej.) no es algo que nos pase todos los dias.

Nadar con delfines en una forma de decir. Los delfines, lobos marinos, focas y ballenas nadan. El humano tiene la gracia y elegancia de un pedrusco. Nunca me he cruzado con una tortuga durante el buceo, Pero ya sé quien sería el lento.

Una experiencia impactante fue haber estado bajo la superficie. Sentir un cambio sutil; todo estaba como muy quieto, expectante. Una mole que pasó a unos cuantos metros de mí. Una ballena subiendo (probablemente desde 30m. prof.) para saltar fuera del agua, por encima de mí, juguetonamente y reingresó arqueándose, con la luz del dia como fondo.

 

 

100 % Diego

[2015-11-21]

 

 
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