Pasando el Rapto

25 de septiembre en 2010

(Pasando el) Rapto

Según reconstrucción de Rosaura Laminussa d'Elpardo por careo de testigos y actores del suceso

laminussa@yahoia.com.er

 

En ocasión del fin de semana largo del 15 de agosto, unas señoras, ex trabajadoras de la carne, se reunirian con una colega italiana en el departamento privado de una de las argentinas.

Las anfitrionas, Blanca Débora Dora de La Grande y su amiga española, Conchita Espinoza; organizaron una íntima reunión con otras profesionales amigas, para agasajo y goce en la estadia de su invitada italiana Contonea Puttarelli. Aunque en una misma profesión, estas mujeres se desempeñaban en distintas áreas del cuerpo europeo donde trabajaron y se conocieron, un tiempo atrás. También se verian más adelante.

Todas celebrarian luego con otras profesionales en el motel que regenteaba la argentina con su concubino inglés Donald Robert Teeto. Al cual conoció cuando él fue viajante de comercio (o corredor) de los laboratorios Bagó por España y Portugal.

En el momento del hecho principal, Don Teeto estaba en el motel, haciéndole la cama a una señora mayor; la que, por tener las gomas bajas, se quedó a dormir esa noche en el establecimiento; que le recomendó el mecánico que le reparó el coche.

Parte del personal estaba en paro, por cuestiones fuera de relato. Aunque si se mencionará que querian La Plata para estas vacaciones estivales y Don Teeto les dijo que eligieran algo menos costoso o fuera de temporada alta porque si no, los llevaba y los dejaba definitivamente en El Hoyo (Chubut).

Esa noche, con otras tres ex colegas, las mencionadas iban a reunirse para ver cómo formar y mantener una Liga de Prostitutas como tenian en el viejo continente. Por lo que esperaban a Estela Miró -ahora oftalmóloga-, Cielo Razzo -arquitecta hoy en dia- y Elvira Denoshe -transformista-.

A las 11, permanecia Blanca al teléfono cuando la comunicación se interrumpió. Tocó el aparato para saber su temperatura y en eso estaba cuando quedó a oscuras con Conchita en su sillón favorito ubicada, esperando que suelte el tubo de una buena vez. Y Contonea en el pasillo hacia el dormitorio.

La dueña de casa le pidió a Conchita que se quedara quieta y tranquilizara y fue al pasillo por Puttarelli, apoyándose en las paredes.

Ya estaba en el pasillo cuando se escucharon la rotura de vidrio y madera y pesadas pisadas sobre los pedazos.

La joven Conchita estaba temblando aterrorizada por la alevosa rotura mientras las otras dos gritaban enloquecidas.

Les habian penetrado en la casa Tomás Severo Lascuevas -raptor y violador español- y su cómplice portugués Rolando Heniesto Alção.

Una vez sometidas, sujetas, los malhechores restablecieron la energia eléctrica y telefónica de la argentina.

Llegados a esta instancia, las acomodaron en la sala para esperar el arribo de las otras contertulias y contarles que el secuestro y posterior rescate (de € 60000) estaba motivado por los precios excesivos que cobraban en los años que las contrataron en Europa.

Miró, Denoshe y Razzo llegaron casi juntas y fueron recibidas, sujetas y acomodadas en la estancia, con el resto de las féminas.

Luego fue el turno de pedirle el rescate a Don Teeto, que ya habia resuelto lo de La Plata.

Él es bueno como un pan, pero se puso duro (y si le dan más tiempo, agrio) al recibir la intimación; entonces fue que decidió llamar a Alberto Muer, forense de la Policia de Entre Rios (PER) amigo suyo, que podria asesorarlo contra este delito, parecido a la trata de personas. Este amigo, una vez informado, se puso en contacto con Pilar Escudero, del Cuerpo de Operaciones Especiales (COE) de la PER para el rescate y refugio de los rehenes.

Profesional áltamente capacitada, derivó a su superior el caso que nos ocupa.

Entonces Armando Huelles, Capitán del COE, hizo el pedido de prontuarios y otros datos en la División de Antecedentes Personales al Teniente S. Domingo Ayala (*). También coordinó con la jefe de Bomberos Zapadores, Sara Mandra, para determinar y efectuar la acción más adecuada.

Llegados al par de horas al domicilio particular, encontraron a Muer, Teeto y de la Grande en el jardín delantero, esperándolos.

Extrañado, el capitán Huelles les preguntó si habia sido falsa alarma, una broma pesada o ¿qué?, mientras manoteaba instintivamente su pistola mirando a la ex prostituta.

La dueña de casa los hizo pasar y ya dentro la oftalmóloga amiga les mostró a los tipos con las ropas rasgadas, sudorosos y exhaustos mientras le deca en voz baja al capitán:

Más tira un pelo 'e puta que una yunta 'e bueyes.

 

100 % Diego

(24-set-2010)

 

(*) El escalafón Detective no está en la nomenclatura.

 
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