QueSeHaceDeNoche

2005 – septiembre – 23

 

¿Qué se Hace de Noche?

 

No. No se trata de lo que usted piensa, mi codiciada lectora. Este escrito no hablará de vampiros ni de vizcachas. Tampoco de chanchadas en turbios canales de cable, donde a uno le quedan los ojos ardiendo (por estar sin parpadear, no por la excitación).

Se trata de algo mucho más profundo. Porque usted, mi estimada lectora, no me va a decir, por ejemplo, que no tiene en su casa algún familiar que ronque.

Si no es así, usted no sabe lo que es una familia tipo. Un marido, un tio, un abuelo o un cornudo se define bastante bien por los sonidos exhalados desde los abismos de la negrura del sueño.

Hay personas que deberian ser atendidas por Greenpeace, dada su indiscriminada manera nocturna de serruchar.

Y por como suena eso, deben estar matando con ímpetu algún añoso tronco.

Y no me digan que es una actividad privativa masculina. Hay bellas mozas que luchan contra ombúes o sequoyas y ganan cómodas la contienda.

Y no me haga hablar de los sonámbulos.

Esos turistas de la oscuridad capaces de estar haciendo tostadas en el bidé o pichí en el cajón de la mesita de noche.

Encima, uno sabe que es (¿en serio?) peligroso hablarles, pero es tal el quilombo que están armando, que con toda amabilidad los tratamos de persuadir:

- Vení, acostate... -

Y te miran fijo y lanzan:

- Mhfffññ, orptrrr... hu?. -

Y ahí nomás prosiguen, sin darle pelota a lo que oyen (como algún funcionario público).

Eso, por no hablar de los que parlotean largo y tendido sentaditos como duques en la cama.

Intrincadas y agudas peroratas surgen de los labios de los que acostumbran a disertar pasadas las 3 a.m.

Y uno acaba de conciliar el sueño porque viene de un mortal dia y ahí nomás el susodicho se largó a vociferar sobre los madriles, sus hembras y las posibilidades de jugar con la banana.

Y claro, una vez da gracia. La segunda ya es una sonrisa tímida y la tercera le querés meter una piña a él y sus mandriles, ¿no?.

Pero se ha dicho tanto que ni se te ocurra, porque puede tener un choque violento (si, ¡el de la cachetada!) y se ponen violentos ellos.

Hay que seguirles la corriente. Pero son las 5.15 de la mañana y la cosa se puso jodida hace rato así que le mandás (ya no decís):

- Andá redondeando... -

A lo que te contestan con cualquiera o peor: empiezan de vuelta.

 

Busco urgente, baratito, en zona rural, con servicios mínimos.

 

100 % Diego

 
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