2015.09.15

Poncho

Idioma Mapuche: pontro (manta)

Ya saliendo del invierno puedo opinar del poncho sin que se moleste una tal Karen; que ha quedado fascinada con el ¿cubrecama? que Burberry sacó este año con el diminutivo poncho.

La diferencia con la chalina o la mantilla (¿rebozo?) es que tiene la abertura para la cabeza en su centro. Cuando es chiquitín el que lo usa puede tener incluida una capucha que le otorga abrigo, comodidad, facilidad de movimiento y la apariencia de los fantasmitas de Pacman cuando hay viento.

Los originarios son de pelo de vicuña. Un mamífero no más grande que un burro, no tan chico como un perro, también se crian a la intemperie, pero se produce, con su pelo, un abrigo rústico con el precio de una caballo campeón de carreras.

Esta prenda, en pelo de vicuña andina, combinada on un pantalón de sarga resulta elegante. El poncho hecho con lana de oveja complementado con un jean (de Nimes) se considera casero o todo-terreno. Manufacturado con seda y usarlo con pantalón estilo chupín es como ponerle de sombrero un pañuelo a un lápiz; es candidato al sobrenombre inmortal.

Difícilmente se lo pueda considerar seductor como, acaso, al kimono. El poncho tapa todo sin destacar curvas apetitosas, es una prenda de abrigo confeccionado con una tela pesada, no como el sari.

Es más como el mantel a la mesa. No importa la calidad (o cualidad) del mueble, le cubre o disimula cualquier deformidad o humos. Bien puede hacer eso mismo con mi cuerpito.

La forma del poncho es elemental. Muy básica. Del telar al ajuar. Cuadrado o rectangular y con el tajo o agujero en el centro. Según se reinvente este diseño puede resultar una de esas prendas que se deforman (por estiramiento) con el lavado o el uso diario. No es apto para personas impulsivas o hiperactivas. Un movimiento brusco al girar puede darle una probadita de nuestros pelos o lanas a un completo desconocido.

100 % Diego

[2015-10-25]