El domingo fui al mercadito de calle Paraguay a comprar cebollas e hígado para el almuerzo. Al llegar al exibidor de cortes de carne no supe a primera vista si la víscera era para consumo o para transplante. Corazón, no habia en más de un sentido.
La cebolla no me hizo llorar con su precio... aunque no puedo decir lo mismo del resto.
Una cosa que me despistó fue el cartelito "artículo sin stock disponible" en el lugar del de la etiqueta del nombre-cantidad-precio del artículo que llena el exibidor -o góndola-.
¿Será tan grande el número que se les acabó en otros artículos?.
Ya que estaba de compras y habiendo visto algunas "ofertas" se me ocurrió comprar un par de refrescos. Eso si, segundas marcas. Sólo llevaba billetes de 50 y 100.
Encontré a bajo precio Falta naranja y 7-Puh. Ambos de 2 litros y ¼, pero la de naranja también podria decirse 2 Kilos. Espesita...
Casi que me evitó comprarme golosinas.
Hablando de naranjas, las hay para jugo. ¿Las otras son las secotas o qué?. ¿Acaso se les llama para jugo porque de tan... estacionadas (viejas) cuando uno las exprime obtiene zumo hasta de la parte blanca de la cáscara?.
Ya sé, ya sé... Nuestros antepasados no conocieron la sal hasta el siglo 13, la pasaron sin carbón hasta el 14; no desayunaron con pan y manteca hasta el 16; ¿té o jabón?, no hasta el 17; el kerosén, los fósforos o la electricidad la compraron en el 19 y no tuvieron automóvil ni conservas enlatadas o congeladas hasta el siglo 20.
Pero me parece últimamente que los supermercados no abren más temprano, como antes, porque aún no terminaron de subir los precios. Que no están por los suelos precisamente.
¿Han notado el parecido entre el camioncito de transporte de valores y el que trae los lácteos?.
100 % Diego
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