Estoy del mate

2015.01.29 Estoy del mate

Hoy miré detenidamente mi mate. Tengo 3, pero a este que tenia en la mano lo llamo mi mate.

Es de calabaza ceca, del tamaño de un puño de adulto, con una rajadura de dos dedos y medio desde el borde y un poco retorcida. Su perfil se parece más al del huevo que al del limón.

Cualquier paraguayo, uruguayo, shileno o argentino sabe que no se descarta fácilmente cuando es de calabaza curada. Puede tener manchitas feas, nudos horribles, borde desparejo, adornos incompletos, ser chueco... pero uno no lo tira hasta que no gotea grueso por el culo.

Confieso que he tomado mate en uno que ha sido parchado con cinta adhesiva de electricista. ¡La verde, no la negra!.

Lo he visto envuelto con gasa o con un trapo viejo. Ambas cosas totalmente permeables aunque súmamente absorventes cuando están limpias. Lavadas.

Porque el mate no se lava. No. Se le saca la yerba usada (algunos lo escarban con la bombilla como si lo estuvieran violando con sadismo), se lo enjuaga y ya. Aunque no me consta, supongo que habrá personas que sólo lo sacuden y -ya desyerbado- lo dejan secarse hasta la próxima cebadura (¿o cebada?).

Contaba que tengo tres. El bueno, porque ha resultado duradero y muy eficiente (sin sabor raro extra). El elegante o fino, que lo uso cuando vienen los parientes chismosos, quiero aparentar que soy mundano y tengo este para lucir o para usar con personas que considero fácilmente impresionables. En último lugar -dada su "calidad"- está, en la alacena, el mate de lata. No es de latón o chapa, como las budineras, sino que es metálico, nada más. Tiene dos asas. Blanco.

El mío, es rústico. Me lo regaló una tía de mi mamá hace añares. Por la misma rajadura que tiene -el mate- no puedo utilizarlo más arriba de la mitad de su altura, quedando medio cortón pa' darle chupadas largas; que es como lo prefiero. Cuando la rajadura le llegue a "la panza", lo que sería a menos de media altura, meditaré sobre la posibilidad -muy remota- de cambiarlo por uno parecido.

¿Por qué no lo cambio y ya?. Porque no voy a encontrar el que quiero. Si tiene el tamaño, no tiene el color. Si tiene la capacidad, es muy alto. Si tiene el color, es muy "bocón" o "jetón".

¡Guay con olvidar la bombilla!, al mate yo te lo mido, Porque si no, esto sería como comprar pantalones y no probártelos antes de pagarlos; aunque yo me lo tomo más como una ablación de órganos. Mi cuerpo rechazaria la mayoria de los transplantes; no está abierto a cualquier posibilidad. Así como me puede resultar corta la pernera en el pantalón, la bombilla me queda petiza, lunga, bailando, saltona, acostada (muy inclinada), etc.

Comprarle una bombilla a ese nuevo mate está fuera de discusión. Ya bastante habrá que esperar la "curación" del nuevo mate -una semana, con la yerba húmeda, mínimo- como para agregarle la poco estimulante experiencia del sabor (sensación) de una bombilla nueva.

Me resulta tan repelente como el tereré que preparan algunos "creativos" con juguito de naranjas Tang.

Si eso es tereré, que me digan donde compraban los indios guaranies los sobrecitos y como preparaban el hielo en la selva misionera.

A los que engendraron esa opción los convidaria con mate con grano partido de mostaza. Bien macho. Te cambia de la mejor sonrisa de Chayanne a la caripela de Arjona en tres mates, máximo.

 
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