De viaje 3

2005 – septiembre – 05

 

España Está acá Nomás

 

Hace poco me escribieron algunos amigotes.

Ellos por razones que no vienen a cuento se mudaron a España y Bélgica.

Y lo que me contaron y sus comentarios, sus expresiones, me trajeron un recuerdo de cuando yo estuve por esos lares...

Antes era distinto. Uno se podia encontrar algo solo, podia tener alguna dificultad de comunicación y extrañar el mate, el dulce de leche o El Mundo de Maria Azucena (que Dios la mantenga oculta a los mortales).

Pero ahora no, viejo.

Te bajás en el aeropuerto de Barcelona o el de Madrid y es lo mismo que bajarte del 4 que va a San Benito.

Uno respira una buena bocanada de aire mientras baja las escalinatas del boin, levanta la vista como para mirar el paisaje y ya te están saludando un par de caras medio conocidas, termo en la mano, en ojotas y que te dicen (gritan) ¿Qué hacés papá... ?

Y guarrrda con las valijas. Porque voy para la cinta transportadora y miro alrededor. Y veo a un tipo que se hace el sota y levanta la cabeza como buscando algo.

¡Chau!, argentino que "distraidamente" toma los bolsos equivocados.

Yo no; pero alguno llegó al hotel y abrió sus paquetes, seguro tiene dos encantadoras trusas y una falda larga para ponerse... de vaya a saber quien.

Muy lindo, pero no sería mi estilo.

Y esperate un poco, que aún falta quién nos lleve al centro.

Me subo al primer taxi que pase y me inspira desconfianza el primer cartel que vi, prolijamente pegado al vidrio.

-> No recibo Bonos Federales <-.

Y el tachero que se quiere hacer el gallego, pero por ahí se le escapa:

- Estos gurises de mier... -

- Un dia de estos los atropeyo, un dia... -

- ¡¡ Salgan de adelante que los voy a chocar, che !! -

- ¿Vio que se viene el tiempo, don?. Acá es así. El clima no tiene ni goyete... -

Bue... pasó...

Vamos a comer algo y veamos como pinta la cosa.

Lo llamás al mozo y el tipo... mudo.

Uno le pregunta por el menú y el tipo te señala la carta.

Pero... ¿qué es lo que me señaló?.

El dibujo de un bruto mandubé con salsa criolla (¡en pleno Barcelona!).

Buen provecho, gracias.

Salgo a chusmear la ciudad, su clima, costumbres, horarios, la contundencia europea del buen pasar, la idiosincrasia española. Sus cosas, bah.

Y caminando por sus rancias o plebeyas veredas (o azeras), uno escucha cosas como:

- Mamita... -

- Yegua... -

- Pedazo de potro... -

- Vení, gallega, rompeme el mate a carterazos. -

- ¡ Qué maquinón, mi dio'... ! -

Y se siente (presiente), allá a lo lejos,

- Cambio... cambio... Dólares, patacones, pesetas, la gotita, agujas, alfileres, caños de escape... -

Ahí nomás, entro en el primer bar, pido un cortadito al "mosaico" y les escribo a los mios, con todos los extraordinarios descubrimientos (ja, otra que "Encuentro") en los dos primeros dias en el Viejo Continente.

 


100 % Diego

 
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