2015.08.20

Oloroso

Ayer compré 287 g. de queso Azul. Muy Azul. Tan azul que parecia Brié repodrí.

La diferencia con el queso podrido debe estar en el par de años; guardado o a la intemperie. También en el color: hongo azul, no verde.

Me dirán que la esencia, la forma elemental del queso está, justamente, en su estado de fermentación. Si no, sería una especie muy densa de yogur, con presentación de manteca.

Claro. Si. Habiendo unos 350 tipos de queso, elejí ese. Es que queria saber porque era nombrado Azul en vez de Roquefort Imitación.

En la fiambreria que lo compré, el olor del ambiente me pareció una mezcla de establo lechero y laboratorio. Cuando fue sacado de su estuche para cortarlo, mi nariz habrá estado a unos 4 metros. Al entregármelo, estaba envuelto en 3 vueltas de polietileno.

En la cocina de mi casa no lo desenvolví; lo guardé (así como me lo entregaron) en la alacena. Lo sentí reblandecido.

A la noche, para la cena, se me ocurrió ponerle trocitos de ese queso a una sopa que le faltaba espíritu, "fuerza".

Al abrir la puerta de la alacena, el olor me hizo acordar de las películas viejas de ciencia-ficción; donde se ve algún charco ebullente, verde azulado, tal vez anaranjado y ni una puta hormiga cerca de ahí. Las cucarachas, que son del tamaño de un karting, le pasan lejos y con respeto (o temor).

Fue como abrir la bolsa con las botas sucias de dos chicos de 10 años que hubieran vuelto del campamento en estilo semisalvaje.

Al escribir esto aún tengo el entrecejo enjuto. La nariz recuperó forma y color ya.

Además me queda la incógnita de ¿cómo hizo para podrirse de adentro hacia afuera?. Al Roquefort se le nota que lo atraviesan con agujas finas y largas. A este que compré, según su apariencia, lo dejaron fermentar, lo amasaron suavemente para no romperle las burbujas y lo cubrieron con una capa de 1 cm. de queso sin podrir. Por último, a la horma la envolvieron con una lámina de aluminio; no de plomo, como al material radiactivo.

En fin... subordinación y valor.