Cacho
20 de junio en 2012
Cacho es una cacatua que llegó a Villaguay (E.R.) de la mano de unos turistas uruguayos. Llegó chiquito y completo. Se lo regalaron a mi tío Luis, que tenia pollos y gatos y con ninguno se llevó bien al principio la cacatua.
Cuando llegó no sólo perdió el grillete con la cadena sino también algunas plumas. Los gallos lo querian afuera del gallinero y los gatos, adentro de ellos.
Cacho ganó la guerra con inteligencia. En el gallinero se paraba en la puerta y "se moria" cayéndose de lado, gritando como los chanchos al ser degollados. De los gatos se aprendió los maullidos territoriales y se los hacía sincronizando maravillosamente los movimientos de cada ala (o lo que quedaba) con el ruido de cada gato en la pelea mezclado todo esto con unos floreos de torero. La verdad, era todo un espectáculo.
Los plumones de esta especie aprenden a vivir y sobrevivir observando a sus padres y al resto de la bandada. Lo malo es que los "padres" de este eran humanos, con cinco hijos; la bandada se componia con 4 gallinas, 3 pollos, 2 gallos, 2 gatos, 1 perro prestado por un vecino y -suponemos- el borrachín incurable de la zona. A juzgar por como caminaba por el piso del patio del fondo y el pasillo externo, más el hecho de decir incoherencias que nadie entendió jamás. No caminaba con la cadencia de patos y gansos. No. Iba al "paso de los loros" según el hijo mayor. Pero caminaba chueco sólo en el piso de afuera. Adentro era un mayordomo inglés.
A la ecléctica bandada hay que sumarle una criada correntina con la que hablaba en guaraní.
Al tiempo le volvieron a salir las plumas, aunque las del copete solian salirle con diferentes colores: curiosamente similares a las manchas de témpera de la nena más chica en su ropa.
Su primera frase fue cuando tenia 30 cm . y era "Hola, pajarito"; después fue "Hola" a cualquiera que se moviese en la misma habitación.
Más tarde fue "cerrá esa puerta" que se transformó en "¡Nené (la mayor), cerrá esa puerta, por favor!".
Al par de años tuvo siempre listo el "¿Por qué?". Incluso lo decia cuando tía Lucha hablaba de cualquier cosa con sus hijos mayores.
Un dia mi tía se hartó y le gritó "¡¡Porque soy su madre!!".
Y eso fue lo que respondió a partir de ahí a toda pregunta. Toda toda. Ya se imaginarán ustedes la alegria de doña Lucia.
En un principio su nombre fue Blanco, pero eso duró hasta que se subió a la antena de tv. La torre tenia 22 metros de altura hasta la "parrilla" donde se posaban palomas, loros, gorriones, aguiluchos y demás.
Ya arriba (le llevaba media hora larga llegar) veia todo el vecindario mientras "charlaba" hasta con los cardenales. Como hacian las señoras cuando hablaban del sacerdote nuevo.
En eso estaba un dia cuando se largó hacia abajo, donde jugaban unos gurises en la vereda y bajó con la misma poca gracia que tendria una gallina seguida por dos gatos juguetones.
Si bien zafó el borde frontal del techo no fue sificiente para una delicada dalia, rebosante de vida, de flores blancas.
Les diré. Hay una buena diferencia de tamaño entre los pétalos de la flor y las plumas de una cacatua, pero es difícil distinguirlas cuando están deshilachadas y desparramadas por el suelo o aun en el aire..
Uno de los gurises, al verlo medio maltrecho e incompleto, no lo reconoció y exclamó "¡Qué cacho 'e pájaro!".
Después y mejorando su vuelo se largaba desde cualquier cosa a media altura y gritaba "¡Qué cacho 'e pájaro!". Con lo que se le cambió el nombre a Cacho.
También adoptó la costumbre de descolgarse a medias del tendedero de ropa (o cualquier alambre tendido) y sosteniéndose con una pata gritaba "¡Qué cacho 'e pájaro!" mientras abria ceremoniosamente una de las alas. No era una pose que motivara admiración o respeto precisamente.
Un "drácula" albino, pasado de copas.
 
 
ya hubo 51 visitantes (62 clics a subpáginas) pasando por este sitio.
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis