Mascotas
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El lunes 15 llovió alevosamente en Paraná (Entre Rios - Argentina). Comenzó a eso de las 6 y cortó -un rato- sobre el mediodia. Hasta las 14 ó 15 hubo sol fuerte propio del verano. Luego siguió lloviendo como si el agua fuera gratis. Ya para las 20 estaba aburrido del mismo paisaje borroso.
Es lindo el dia de lluvia -o nieve- cuando uno pasa una tarde cálida con un amigo tomando un café con leche acompañado por anécdotas de cada uno. Pero de ahí a no poder ni asomar la nariz por la ventana debido a como llueve, hay una diferencia que me molesta.
¿Una prueba de cuanto llovió?. Ya les muestro.
Hoy en dia, mi mascota es un sapo grande en años y tamaño, gris oscuro con manchitas circulares en gris claro. Todo en una disposición simétrica. Este lunes del que les cuento ya era el tercer dia de lluvia; que sería el 3º de 12 dias casi continuos de lluvia.
El susodicho sapo tiene la costumbre -con mi permiso- de andar por la casa. Llegó hace mucho por un viejo desagüe en desuso, pero creció tanto que le quedó chico el tubo para volver a salir.
Este sapo es tranquilísimo (no croa), discretísimo (ya lo pisé dos veces, cortando el pasto). Y aunque no me gusta tener mascotas, a este sí lo acepto porque se cuida solo (me tiene paciencia).
Pero así como no es de ladrar por cualquiera de los 6 gatos de los distintos vecinos, maullar a las 3 de la madrugada, silbar cada vez que quiere comer semillas o pan remojado en leche, ni saltar en la pecera para salpicar afuera y sugerir que, ya que me pongo a secar, ¿pudiera limpiar este semestre la jaula de cristal?.
Volviendo al sapo: NO QUIERO QUE ESTÉ DENTRO DE LA CASA.
Las veces que lo saqué, suavemente, con un escobillón de cerdas muy flexibles, hizo un ruido que no sé si era un "ufff" (como en uf, que molesto es este tipo) o un "fff" (como de algo que se desinfla).
La cosa es que este (1º) lunes lluvioso, a eso de las 8.30 tenia puesto un banquito cerca de la puerta -abierta- del fondo, donde iba a sentarme a tomar mate. Cuando me acomodo para empezar veo que el sapo estaba en esa entrada, en pose de sapo (sentadito como los perros) mirando hacia afuera.
Primero pensé "no puede ser, ¡es un anfibio!".
Después se lo dije:
- ¡Sos un anfibio!.
Su ojo derecho miró hacia atrás, me miró unos segundos y si bien no estoy seguro de haber escuchado un "fff", la cara tenia expresión como para eso.
No salió enseguida. No. Pero salió. Estirando las patas y aún así arrastrando el abdomen... el pecho... y el cuello (qué gordo estás, che).
Encima de esa puerta hay un alero de 2 x 2 metros. Como llovia "derecho" esa vez, uno tendria casi los 4 metros cuadrados para estar afuera sin mojarse; menos una franja de 20 cm. (una mano de dedos abiertos) en que salpicaba cada gota caida. Fuera de eso, hasta los caracoles llevaban salvavidas (algo parecido a los fruity loops).
El sapó salió a donde estaba seco, llegó hasta la zona de salpicadura... y ahí paró. Más allá, llovia.
 
 
Esto que parece inventado, no lo es.
No se dan una ideade lo que lamenté no tener cargada la bateria del celular.
100 % Diego
[2012-10-27]
 
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