Como Vestimos

¿Cómo nos Vestimos?

 

14 de noviembre de 2006

 

Rememorando una conversación en El Diván, el lunes (*), me nace esta preguntita:

¿Cuántas hojas de parra se probaria Eva antes de elegir una para la posteridad?.

 

Por cierto, recordarán algunos de ustedes que Sprite propagó, el año pasado, la "campaña" Las Cosas Como Son.

Una de esas cosas recordaba que para estar bueno en verano, debiamos dedicarnos a ello (bah, adelgazar) desde octubre.

Pues bueno, ya estamos a mediados de noviembre. Así que aquellos que no la empezaron, por favor ya no lo hagan. Los demás NO queremos oir como ejercitan la lengua con las causas, razones, motivos y/o circunstancias, ¿'tamos?.

Daré el ej. y no les mentiré yo tampoco.

Digo... no les daré mis -estudiadas- 37 razones, 14 motivos y 723 circunstancias.

 

A'más, me ahorro explicar 2 causas probables.

 

(*) Cleopatra, Miel, PotroHugo y un servidor.

 

 

Ahora, por Adán

 

18 de noviembre de 2006

 

Bue... a ver...

Uno de mis contactos me tiró la propuesta de opinar ahora acerca del traje de adán. Preferentemente, como lo hice con Eva.

En el momento, por "forzoso", no se me ocurrió un chot...

Pero meditando luego (y tal vez a causa de), la seriedad conque se habló un par o más de cuestiones en ya-saben-donde me nació... esto.

Adán de su hoja, grande/mediana/chica, no requeria de mucho más; como cualquier varón se ponia lo primero q' manoteaba.

Eso me supongo.

Es más. Sospecho que convertiria fácilmente en seductora la vestimenta subiéndola un poquito. O cambiando por una más chica.

Digamos, como otro ej., q' le diera por el estilo cachondo o s-m.

Bueno. Bastaria con agujerearla y asumir Eva q' ese "apéndice" señalaba o indicaba un norte a seguir.

¿De ahí salió esa costumbre de cabecear para invitar una mina a bailar (en los años 20 ó 40)?.

Dicha fórmula o diseño seductor, aunque invitaba (o incitaba) inconfundiblemente, dejó, por la misma repetida costumbre, una marca en el pirulín; ocasionada por el "nervio" central de la hojita. Una raya al medio por las ganas y la ¿contínua? búsqueda de cepillársela a Eva. Porque era, deduzco, la mejor mina del mundo en aquel tiempo.

No habia yerba, ni café. Y en el paraiso no trabajaban. Quedándoles la costumbre de trincar a toda hora posible o rascarse los huevos/las tetas.

¡ Y así empezamos de nuevo el baile... !.

 

Ah, para los que joden con eso de ¿cómo sostenia la hoja?. No se depilaban. Bastaba con enganchar el canutito quebrado en los pendejos.

 

100 % Diego

 

p/d: (¿Complacida, Cleopatra?)
 
ya hubo 8 visitantes (9 clics a subpáginas) pasando por este sitio.
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis