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2013.11.04 Dichosos ellos, que aunque sea pelean
TIPOS SUELTOS
Daniel, recién separado
Dichosos ellos, que nunca se pelean
Bien, mal, lo importante es chatear.
Por: Daniel Zalman
Unos 300 millones de usuarios utilizan WhatsApp para comunicarse. Pero, según un estudio del CyberPsychology and Behaviour Journal, son 28 millones las rupturas generadas por esta popular aplicación.
Se trata del llamado "síndrome del doble check", que se produce cuando se envia un mensaje por esa popular plataforma y éste llega correctamente al destinatario. Un visto bueno aparece en el costado derecho y cuando es recibido se suma un segundo visto, pese a que esto no significa que el receptor lo haya leido, tal como lo aclaró la compañia.
De todos modos, los conflictos se acentúan, por diversas razones: celos, control, desconfianza…
Confieso que me gustaria tener ese tipo de problema, aunque más no fuera. Pero ni eso. Lo increible del caso es no estar ni siquiera entre los 300 millones de personas que están en pareja y usan WhatsApp. O entre los restantes cientos de millones de parejas…
Para lo más importante que usé esta aplicación hasta ahora fue para averiguar si el mecánico podia revisar la bateria del auto, que no arrancaba.
Vaya paradoja: al final, con quien más uso el chat es con mi ex esposa, para arreglar los horarios de los chicos.
Algunos amigos me aconsejaron que cambiara mi avatar y ponga, en vez de mi fotito personal, algo más simbólico. Era un eufemismo para darme a entender que mi apariencia real no llama mucho la atención y que, si lo hace, no es para bien.
Tengo que elegir que imagen poner: estoy entre el rostro de Cary Grant o el de Justin Bieber. Intuyo que, con la primera opción, no sólo no voy a engañar a nadie, sino que además sabrán exactamente mi edad. Con el segundo directamente no van a creerme nada.
Creo que voy a quedarme con uno de los perritos que la aplicación brinda por defecto.
De todos modos, cada vez veo más complicada mi inserción en el mundo virtual. No termino de entender por que me llegan tantos mails con propaganda de acompañantes, masajes eróticos, agrandamientos peneanos y swingers. Salvo por esto último -para lo cual primero deberia conseguirme al menos una compañia- por lo demás parece que me leyeran la mente. Me asusta.
Para colmo, yo contesto esos correos electrónicos. Pero no logro entablar relaciones genuinas sin que medien otros intereses.
Además, sigo sin entender muy bien como funciona el teléfono que me compré en cuotas. Mis hijos me prometieron que, apenas terminen las clases, me enseñarán a usarlo en detalle si me porto bien. No sé que significa eso exactamente, pero tengo que aprender a usar esa porqueria como sea. Aunque el chantaje me cueste más hamburguesas y helados de los que calculaba.
2013.11.12 Malditas vacaciones
TIPOS SUELTOS
Malditas vacaciones
Mis hijos prefieren Disney a Nono.
Por: Daniel Zalman
Es de no creer, pero el año ya está casi perdido. Sucede que no sólo los chicos están terminando las clases, sino que... ¡ya hay que planificar las vacaciones!.
¿Cómo fue que pasaron estos meses sin que uno se diera cuenta y sin que -especialmente- ocurriera algo digno de ser recordado?. No tenia muchas pretensiones para este año: una conquista femenina, un Quini, un aumento de sueldo, una rebaja en Ganancias… pero nada.
El hecho es que ya hay que planificar las vacaciones. Algo que no es fácil para un divorciado con hijos: es necesario coordinar las fechas con su madre y -lo más importante- decidir que haremos.
Si se tratara de una competencia por ver quien lleva a los chicos a lugares más lindos, voy muerto: hace dos veranos que los llevo a Nono, a la misma cabaña, luchando para que los dos niños acepten ir al río o caminar más de 300 metros sin quejarse. Eso, sin contar las 38 veces que hubo que escuchar en el viaje de ida y vuelta la frase “¿Falta mucho para llegar?”. Creo que me volví inmune, ya no la escucho.
Con la madre ya fueron a un crucero, a Disney y a una playa paradisiaca en Brasil. Es raro: en los aviones los niños tienden a no preguntar tanto si falta mucho para llegar.
Intuyo que me siguen queriendo, de todas formas. Recuerdo que en Nono nos divertimos. Es decir… no fueron tantas las veces que los escuché decir que estaban aburridos. La verdad es que no se pueden quejar: les compraba churros para desayunar y solamente los mandaba al centro a hacer las compras una vez al día. Admito que se tenian que hacer la cama y limpiar las habitaciones, pero eso es también una buena enseñanza para la vida.
Mi hija me preguntó hace poco si estas vacaciones vamos a ir a Miami. No quise desilusionarla tan rápido. Le dije que iremos a un lugar más lindo todavia, en donde la pasaremos bárbaro y que además el destino no tiene nada que ver con como uno lo disfruta. Le expliqué que lo importante es divertirse, en cualquier lado y que eso no depende nunca de si es en Europa, Estados Unidos o a la vuelta de casa.
Intuyo que no me creyó mucho. Puso una expresión resignada, como si pensara: “Nono otra vez”.
Creo que me seguirá queriendo, de todos modos. No tiene muchas opciones. Espero.
2013.11.22 El riesgo de la ciber cita
TIPOS SUELTOS
Daniel, recién separado
El riesgo de la ciber cita
Siempre es bueno esconderse detrás de un nickname.
Por: Daniel Zalman
“Fijate en algún sitio web para conocer gente”, me recomendó Gabriel, un amigo con vasta experiencia en fracasos amorosos. Suelo hacer lo contrario de lo que él recomienda, precisamente por los resultados que obtiene. Pero a veces pienso que su experiencia tiene peso y claudiqué.
No es que esté desesperado por encontrar una mujer, pero estoy a punto de olvidar como era un cuerpo femenino.
Así que me metí en uno de los sitios que prometia “Buscar y encontrar pareja en Internet muy fácilmente”. Descubrí un mundo nuevo, lleno de gente linda. El problema es que no puedo distinguir bien quién es quién, ni cuan linda es.
Cuando pensaba que me habia encontrado con una mujer de 35 soltera y sin hijos, resultó ser una viuda de 53 (dice que se confundió al escribir el orden de los números), con un hijo de 33 y otro de 18.
Cuando estaba a punto de acordar cita con una separada de 40, me confesó que estaba casada con un chofer de camión, afiliado al sindicato de Moyano. Opté por cerrar esa cuenta de mail y si no hubiera sido que ella era de otra provincia, hasta me mudaba de barrio.
Entonces decidí cambiar y entré a otro sitio web, mucho más serio, en donde ofrecian buscar pareja de acuerdo a los rasgos de personalidad e intereses de cada uno. Tuve que aportar tantos datos -gustos, modelo de auto, ingresos, enfermedades, etc.- que al final del cuestionario ya me habia olvidado de para que habia entrado a ese sitio.
Tanto detalle y pedidos serán muy buenos para quienes tienen aptitudes que coticen, pero para mí fue al revés: nadie quiso encontrarse con alguien de mi perfil.
Opté entonces por una web que me parecia lo suficientemente seria como para arreglarme una cita con una persona al menos del sexo que yo eligiera, pero no tanto como para que las eventuales candidatas supieran de mí lo necesario para rechazarme.
Finalmente pareció funcionar: nos encontramos con @Dora#739 en un café del centro: ideal para despedirse después de un rato si la cosa no funcionara o bien para continuar la tertulia en otro ambiente si todo fuera sobre ruedas.
No puedo decir que era muy agraciada, pero sus líneas carentes de cintura me hicieron recordar al lavarropas que acababa de comprarme.
Al parecer, ella pensó lo mismo de mí. Quizás por eso congeniamos. Yo no me animaba, pero ella avanzó y me propuso continuar el encuentro en otro lado. Allá fuimos.
Terminamos jugando al GTA IV en su PlayStation 3. Es el riesgo de salir con ciber chicas. Estuvo ameno, pero no pasamos de lo virtual.
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