Difícil que el Chancho Chifle Barriletes Nº 120 - Contratapa   Chiquero SE ALQUILA   Vivimos en una sociedad convulsionada. Vivimos en tiempos aceleradísimos. Vivimos dias de cambios constantes. Vivimos apurados y estresados. Pero, sobre todo, vivimos en casas y departamentos. Y de eso vamos a hablar hoy. Uno de Los Chanchos está buscando casa. Es probable que haya gente que jamás haya pasado por esta situación, pero queremos comentarles que no se pierden de mucho. Y decimos esto porque las mudanzas suelen ser procesos traumáticos porque uno se despide de lugares conocidos y empieza a habitar lugares nuevos; porque la nostalgia está a la orden del dia; porque es un proceso agotador y duro. Y además porque uno se gasta un fangote de guita para salir de una casa y entrar en otra. Generalmente, cuando uno se muda lo hace presionado. Entonces uno tiene que tratar de conseguir un lugar que le guste para vivir en cuestión de dias, porque lo apremia la rescisión o finalización del contrato del departamento o casa que está dejando. A medida que pasan los dias, llega la desesperación. Y los inmobiliarios (esos seres despreciables) identifican automáticamente esa incipiente desesperación y sacan provecho de ella. Con estas perspectivas, es muy difícil encontrar un lugar que a uno le guste pensando que vivirá allí al menos por los próximos 12 meses. Y entonces hay tipos que te quieren enchufar cualquier cosa. Por eso, señora, señor: no tenga miedo, tenga cuidado. Si uno está atento es difícil que le puedan vender cualquier verdura. Los Chanchos pensamos en nuestros lectores barrileteros y por eso, queridos amigos, para el bolsillo de la dama y la cartera del caballero, dos o tres cositas que les pueden servir. a) “Finales” es una palabra discutible. Si un departamento sale “120O pesos FINALES” es muy probable que sea mentira. Siempre hay una expensa, impuesto, aumento o demás que uno va a tener que costear. b) Eviten por todos los medios decir que son estudiantes. Esta sociedad no está preparada para cobijarlos... a menos que tengan una o dos garantías propietarias y garantes profesionales o que tengan un recibo de sueldo abultadísimo. No, les podemos jurar que a los inmobiliarios no les da vergüenza preguntar cuanto tienen para gastar. c) Vayan siempre mostrando que “ustedes van a alquilar si se les canta”. En definitiva, los que garpan son los inquilinos y el laburo de los inmobiliarios es mostrar las propiedades, así que miren todas las casas que se les cante, aunque nunca más regresen. d) Eviten preguntas del tipo: “¿Y qué tal los vecinos?”; “¿Tiene problemas de humedad?” o “Es tranquilo este barrio, ¿no?”. Siempre nos querrán convencer de que nos están alquilando Io mejor del mundo y jamás nos van a decir que nos van a tocar viejas que le cierren la puerta en la cara pensando (y tal vez con razón) que usted es un chorro. Hay muchas cosas más, pero aquí nos detenemos. Nos despedimos con una charla telefónica que, aunque no parezca, fue totalmente real: Inmobiliario - Inmobiliaria Sarasa, buenas tardes. Chancho - Hola, ¿qué tal?. Mirá, estaba buscando una casa de dos habitaciones, medianamente céntrica... Inmobiliario - Céntrica, mmmmnnno. Tengo una en Avenida Ramírez... Chancho - Ahá. ¿Y qué comodidades tiene?. Inmobiliario - Bueno, tiene dos habitaciones, cocina-comedor, baño y un lavadero chico. Chancho - Ah... ¿Y está en buenas condiciones?. Inmobiliario - Ehh... pse... es una casa más bien rústica. Chancho - Rústica... ¿Y qué significa rústica?. Inmobiliario - Y... rústica... Chancho - Si, eso ya me lo dijiste, pero ¿qué significa rústica?. Inmobiliario - Y que no tiene agua caliente, no tiene gas natural y que hay que cambiarle algunas aberturas... Chancho - Pero flaco, eso no es rústico. Eso es una mierda. Inmobiliario - Bueno, Señor, es lo que tenemos. Chancho - No, dejá, no me interesa. Gracias. “Rústica”. Eso es lo que se llama publicidad engañosa.