Oferta y Demanda de Novios y Parejas

Sin preámbulos, paso a explayarme sobre el tema de la novia abandonada y sus concomitancias, que no ha sido tocado en ninguna revista.

Una ya ni se acordaba cuando empezó a salir con él. El asunto es que se fue acostumbrando, vení con tu novio, voy a ver si Pirulito quiere ir... y el tiempo, ¡oh! cruel tirano que no se detiene sin detenernos, la moldeó con una sombra de varón al lado.

Y un dia ¡hop!, no hay más ÉL. Porque se fue a Japón, o a una le pareció que no queria otro hermanito en casa, o él vio que habia gente como Adriana Brodsky o una pensó que hacía mucho que queria un morocho con bigotes y éste le habia pedido una cinta bebé para el cumpleaños, o lo que sea.

Ni que hablar de las parejas "de los 14 a los 18 y nos veíamos todos los dias". Para éstas, en el sector femenino, elévense los conceptos que se vertirán a continuación a la octava potencia y se obtendrá un resultado aproximado de como viene la mano.

A los egresados, ellos, de este tipo de parejas se los ve pasearse con cara de pavotes y mejor no salir con ellos al principio, porque las noches que se pasan, m'hija, oyendo al punto hablar de su dulce ex...

Pero venimos acá a hablar de mujeres, carajo. De mujeres acostumbradas al novio y de como volver al libre juego de la oferta y la demanda. Y la cosa viene a nivel etapas. Veamos, desde exteriores.

1) La Inmediata Post-corte.

La duración de este período no viene en el programa, señora. Es la época en que llaman las amigas para dar apoyo moral. La protagonista recuerda aquella esquina, la entrada de este telo o el ascensor donde por primera vez. Si acá la susodicha no se prende a Valeria Lynch, Poldy Bird o etcéteras, estará vacunada por toda la eternidad.

2) Soy Horrible.

El mundo es un espejo redondo alrededor de la heroina. Es el momento exacto de pensar que una es la más indicada para la cocarda de oro de la década. Atención cirujanos plásticos, dietólogos y similares. La pregunta de onda es: ¿Quién me va a dar bola si soy tan fea/gorda/chata/narigona/alta/tetona/granulada/flaca/petisa?.

3) Preséntenme A Alguien.

Una cree que ya es hora de volver al mercado. Hora de acudir a las amigas y ojo con avivarse que estuvo tan metida en él (y no solo con él) que perdió contacto con las chicas. De cualquier forma que sea, siempre alguien manda un mino. Una se peina, se viste, se mira desde todos los puntos cardinales y espera. El timbre suena raro (no como tocaba Pirulito); una abre la puerta y aparece un aparato que seguramente se olvidó en la casa la pancarta esa de "me echaron de todos los grupos". Porque que la tiene, la tiene.

4) No Me Presenten A Nadie.

Esta etapa es consecuencia directa de la anterior y de varias presentaciones en las que una por demasiado intelectual, demasiado concheta, demasiado inmadura, demasiado vieja o mil posibilidades más para el consumidor, se sintió incomodérrima.

Ya las ganas de que vuelva a pasar algo se van haciendo urgencia.

Posibles salidas nuevas con viejos amigos. Una confia en una reunión, se anota en un curso de cultura precolombina a ver si pesca algún ejemplar vivo, lo juna al jefe, al profesor, al sodero y al novio de la mejor amiga. Probable momento de reingreso al diván y "qué me pasa con los hombres".

Todo este proceso puede interrumpirse en cualquiera de sus etapas por un reenganche con el ex o un nuevo mino. Si se llega hasta el final, lo más fácil es que se consiga algún fato con un compañerito de curso en el viaje de egresados a Machu-Picchu, o que se cometa algún pecado con el novio de la amiga. Lo que quiero destacar es que, completada la cuarta etapa, una habrá conseguido el ansiado retorno al mercado. ¿Quién da más?.

Patricia Kolesnicov