Hablemos de algo así como "una rosa entre espinas". La historia es verídica y se refiere a uno de los artífices de la independencia de India y Pakistán, allá por 1947 que fue Mohamed Alí Jinnah.
En su libro "Esta Noche la Libertad" (que recomiendo a mis lectores), Dominique Lapierre y Larry Collins dan una semblanza de este patriota. Refieren que Jinnah era un hombre de gran rectitud y dedicado por completo a la causa de su pais; pero era exento de humor y de "savoir faire" y además extremadamente tímido.
Cuando se estaba negociando la independencia, le cupo mantener negociaciones con el virrey británico encargado del traspaso del poder, el vizconde Lord Mountbattent.
En una ocasión, Mountbatten y su mujer invitaron a Jinnah a una cena en el palacio virreinal. Nuestro hombre se sintió muy halagado por la distinción, pero al mismo tiempo aterrado sobre cómo comportarse, vista su timidez y su cortedad para manejarse en conversaciones informales.
Luego tuvo una idea. Sabía que al final de la cena habria una sesión de fotografia en la que tomarian su retrato junto con Lord y Lady Mountbatten.
Descontando que la dama sería colocada en el centro del grupo, Jinnah se devanó los sesos para encontrar una frase galante para la ocasión. Al final se le ocurrió una; cuando estuvieran posando para la foto, diria: "¡Qué bonito!. ¡Una rosa entre dos espinas!".
Sería el mejor piropo que dijera en su vida y se pasó horas ante al espejo ensayando las inflexiones de voz y gestos.
Pero no contó conque, llegado el momento, sus anfitriones le cedieron cortésmente el lugar central. Y abatatado, lanzó nomás la frase que habia preparado.
La crónica no dice que pasó después, pero estoy seguro que lo que haya sucedido fue seguramente muy interesante.
Jorge Gallaham
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