Difícil que el Chancho Chifle
Barriletes Nº 119 - Contratapa
Los Misterios
Desde que el hombre tiene uso de razón, los misterios lo han desvelado.
¿Qué queremos decir con esto?.
Pensemos en la figura de un niño que en la mitad de la noche entra de pie juntillas a la habitación de sus padres debido a que no puede dormir. Y descubre que ellos tampoco están durmiendo, puesto que se encuentran en pleno regocijo amatorio. Imagínense ustedes que, con semejante situación, a partir de ese momento todos los integrantes de esta familia quedan desvelados.
Pero vayamos a lo que nos compete (con perdón de la expresión).
En esta oportunidad y como bien anticipa el titulo de este opúsculo (¡como estamos hoy, eh!) hablaremos de Los Misterios.
Las preguntas son muchas... diversas... variopintas:
¿Hay vida en Egipto?.
¿Existe un planeta llamado Miércole?.
¿La vida es como una caja de chocolates?. ¿De qué marca?.
¿Por qué “todo junto” se escribe separado y “Separado” se escribe todo junto?.
El Rio Salado ¿es salado?; el rio negro ¿es negro?; el mar Egeo ¿E' geo?.
Muchas preguntas, pocas respuestas... casi como si se tratara de una conferencia de prensa de la presidente. Si es que esto existiera... las conferencias de prensa... de la presidenta.
Pero vayamos (con perdón de la expresión) al meollo de la cuestión.
Misterio, no es como muchos creen... una señorita de apellido Terio que tiene como característica personal el ser una persona bastante enigmática (Miss Terio).
La acepción de la palabra Misterio que a nosotros nos interesa en esta oportunidad (es la que se refiere al Misterio como aquella “cosa incomprensible para la mente humana o muy difícil de entender e interpretar” (según establece el diccionario de la Real Academia Española)
Pensemos por ejemplo en los OVNIS (vaya a saber uno por que, siempre que se habla de misterio uno piensa primero en estos platillos voladores). Fíjense que curioso: La expresión: “Objetos Voladores No Identificados”, significado (como ustedes saben) de la sigla OVNI, no es de por si una definición demasiado precisa. Quizás haya algún sujeto o sujeta que al momento de vislumbrar el firmamento no distinga que es realmente aquello que se encuentra en el cielo (ya sea por distancia o sencillamente por ser corto de vista) por lo que no lo puede identificar. Por lo tanto, la referencia a un “objeto volador no identificado” justifica muchas cosas. Por ende, no aclara nada. Tal es así que, como no estamos acostumbrados a los superhéroes, si un buen día aparece Superman probablemente no mirariamos azorados al cielo para decir “es un pájaro, es un avión... No, es Superman!”. Pues ante nuestro desconocimiento de aquello, diriamos: “Es un pájaro, es un avión... No, es un Objeto Volador no ldentificado... o... “No, es un ¡barrilete!”. O “No, es un globo aerostático”, aunque en estos últimos dos casos estariamos identificando perfectamente a aquel Objeto Volador.
Si de misterios se trata no nos podemos olvidar de los fantasmas.
Desde ya les advertimos que Los Chanchos no creemos en los fantasmas. Pensamos que en realidad, esto de los fantasmas no se trata, ni más ni menos, que de un astuto ardid publicitario de los fabricantes de sábanas. Lamentablemente, no hemos encontrado ningún estudio que nos demuestre fácticamente, cuanto ha aumentado la venta de sábanas desde que se difundió popularmente la superstición que asevera la existencia de los fantasmas. Pero intuimos que probablemente éste sea un invento argentino. Bien sabemos que en este pais “el que no corre, vuela”... O camina.
Otro misterio, con el que estamos en desacuerdo es con aquella superstición que dice que: “El gato negro trae mala suene”.
¿¡Qué culpa tiene el pobre gato de ser negro!?. ¿Acaso todo lo blanco es bueno?. ¡Por favor!. Esto es una paparruchada que va contra la tesis de los fantasmas nuevamente. Pues si los fantasmas son blancos, los fantasmas son buenos y si los fantasmas son buenos nadie les tendria miedo. Y si los fantasmas no asustan y no se les tiene miedo, no son fantasmas. Ergo: los fantasmas no existen.
En fin, podemos considerar que misterios hay muchos. Tal vez esté bien que los haya, son necesarios, nos conservan un poco el cuiqui y nos hacen creer que existe algo más allá de nosotros que no nos podemos explicar, que no podemos entender.
Posiblemente si así no fuera, el mundo sería bastante más aburrido.
Es verdad que muchas veces dar el mote de “misterio” a algo es una excusa, un escudo para no tener que explicar algo.
Si no, ¿cómo creen que la iglesia hubiera perdurado durante tantos años?.
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