2017.07.10

Letra de médico

Las veces que uno recurre a su médico de cabecera solicita turno de atención por teléfono y va. Cuando es un médico que no conocemos la cosa se hace con más trámite. Según experiencias de otros la cosa puede tener 3 matices.

Si es en clínica, uno puede elegir ser atendido a las 8, las 9, 10, 11, etc. o en una tarde con el mismo patrón. Será un dia del mes siguiente. O la próxima quincena, si tiene amigos en el personal administrativo del nosocomio.

Si es en sanatorio, a uno le dan una cita y tiene que ir a esa o la pierde y debe iniciar "desde cero" todo el trámite. Es así para que uno vaya acostumbrándose a los tiempos de ellos, a su ritmo de trato.

En hospital es por llegada ya que antiguamente se daban citas con la comodidad de pedirlas el dia anterior a cualquier hora, pero de los 13 (por ej.) iban 8 ó 9, dejando a otros sin la posibilidad de usar ese turno. Entonces, ahora, el que llega primero (5, 5:30) es atendido primero (7:30, 8 ó 10 según la espacialidad) y luego los siguientes, como que hayan arribado (5:35, 5:38, 6:14, 10:15 y así con esa prolijidad).

Si alguien llega con un cuchillo incrustado y no entra gritando o haciendo aspavientos molestando a los internos -que están casi tan inconscientes como el ensartado- lo atienden primero.

Como muchos otros humanos yo tampoco voy al médico si no me duele mucho o muchísimo. Tiene que dolerme todo el cuello, toda la espalda, una pierna completa o el cráneo con un dolor punzante. Pero, más que nada, no tiene que ser una región pequeña porque no alcanzaria a motivarme para ir. Algo que no solamente me paralice sino que también moleste a los demás. Sea o no las 3 de la madrugada.

Una real molestia, porque, si no, no me molesto en ir. Ni en pensar en ir; aunque si encuentro un médico, un enfermero o un homeópata en la fila de la caja (o en la calle no más) hago consulta gratis.

De haber ido al consultorio, luego de estar sentado en la sala de espera, pasaria a ser atendido -sentado- por el facultativo. Charlamos presentándonos, preguntándome qué me pasa, desde cuando, dónde, cómo y a él, que le toca el por qué, queda debiéndomelo hasta -casi- el final de la entrevista. Mientras estamos en la primera parte de la charla, ambos estamos vestidos. Luego sólo él o ella está vestido completamente y es probable que haya entrado un asistente -también vestido-.

Sería preocupante si fuese otro médico. ¿Uno no bastaba?. ¿Soy complicado o tengo una rareza?. ¿Es necesario que tome una muestra de mi saliva y una foto de mi paladar?. ¿Por qué se pusieron máscara antigás después de consultarse con una mirada?.

A un pariente que ya no está entre nosotros lo atendieron así. Hoy sólo lo vemos por los números de Medicina Alemana en los que se habla de él. No de todo él ni siempre de la misma parte.

Pero cuando sólo han estado paciente y médico, él hace un análisis en voz alta (para que veas que no sólo te estuvo acariciando). Dictamina una estrategia de tratamiento o un análisis próximo y nos revela lo que parece ser que tenemos; también nos recomienda dejar de tenerlo (se le paga por eso).

Todo esto lleva unos 20 ó 30 minutos a lo que le sumamos 10 de conversación con recomendaciones y posibles estrategias. Con tiempo y tranquilamente.

¿Está claro?. ¿Estás de acuerdo?. Bien. Ahora te receto y te escribo como debés hacerlo en tu casa (no, acá no).

En este tramo final de tiempo es donde vemos resumido en 5 renglones los 45 minutos. Algo así como hacer un acta de 1 página respecto de lo que trató un congreso de 3 dias.

¿De esta rapidez resulta esa letra de médico?. Uno sabe que terminó de escribir cuando sonó el ¡jjjt! de la firma. Probablemente antes del sello que imprime nombre, especialidad y número provincial o nacional. A los galenos les es más fácil apuntar con el sello al garabato que acomodar el garabato en lo sellado.

Tal vez por eso los escritorios de madera tienen una lámina de vidrio. Si escribiese así, con ese ímpetu, sobre la añosa superficie le dejaria unos surcos que se convertirian en zanja y luego en valle.

Sabemos, al leerlo, que eso que está debajo del cuerpo del texto es la firma porque está junto al timbre ya que también subrayó dosis, dias o después.

Aparentemente no se puede tener una caligrafia bonita y fácil de leer si uno está harto de los demás o sus problemas.