2017.09.17

Barajas

Ayer, haciendo limpieza en el cuartito verde -moho- del fondo, me encontré algunas chucherias de esas que uno guarda para tirarlas 7 (ó 22) años después.

Unos 25 ítems que cambiaron domicilio de las 4 bolsas plásticas dobles a medio desintegrar que los contenian a una grande, robusta, biodegradable.

Recopilando me encontré un mazo de naipes eróticos muy usado. Comprado -de segunda o tercera mano- en una estación de ómnibus en Santa Fe (de la Vera Cruz) cuando no tenia ni 20 años. El mazo tenia más kilometraje que un Fiat 600 original.

Los mazos regulares podian ser de estilo español o francés; denominación tan creible como la del sombrero panamá, que es ecuatoriano.

Estos que yo compré estaban gastados (¿por el uso o por el abuso?) en su lomo y tenian imágenes muy ilustrativas en su frente.

Así como se sienten diferentes la banana brasileña comparada contra la ecuatoriana les diria que pasa parecido con las "naranjas" española y francesa.

Para cada caso habia 4 subespecies, tanto de la naranja española como de la francesa y en las imágenes alegóricas habia exhibición de naranjas peludas y peladas. No sólo se podia apreciar el ombligo; ostentábase la versión pelada, abierta en gajos y hasta era posible verle la semillita a alguna.

Esta baraja fue impresa cuando sólo los nadadores olímpicos se afeitaban; porque en esa época se tenia por buena la información de que el atleta de alto rendimiento era más hidrodinámico si se sacaba todos los pelitos, quedando liso como un huevo.

Aunque no me parece que el huevo provoque tanta reverberación como brazos, piernas, dedos del pie y de manos; así como de los otros competidores ( los otros huevos en la cacerola) que también agitan el agua contenida por paredes donde rebotan todas las olas que se produzcan.

En las cartas españolas, como en las francesas, se agrupaban en 4 palos: bastos, espadas, copas y oros.

En los bastos iba la imagen netamente fálica. Tanto el caballo (11) como el rey (12) estaban a la altura del 10, la sota. El ancho de bastos (1) valia por su porte, un as en lo suyo; los otros eran "de madera", para relleno no más. Como el la-la-lá en una canción, llena huecos.

En las espadas se presentaba similar, pero mucho menos rústica o espartana. Figúrense que el ancho solia presentarse lustroso y elegante, con una vaina donde guardarlo a la vista.

En el grupo de las copas podria decirse que se encontraban los estéticamente meritorios; unos más que otros. Puede ser que el príncipe y el infante sólo se diferencien en la fecha de nacimiento; pero aunque sean realmente oportunos, no valen lo que un rey. Lo curioso es que el uno de copas se mostraba desde arriba, observándose el borde periférico y los surcos (o plisado o frunce) del repujado interior. Grande y detallado. Un señor uno.

Para el de oros baste decir que al as se lo denominaba culo sucio.

Me queda la incógnita de los estuches con 40 ó 50 naipes. El de 40 no tenia ochos ni nueves, el de 50 estaba con la docena completa por cada palo y dos comodines (o monos). Como comprar un cartucho de memoria de 16 GB y que encuentres disponible 14 y fracción. Me resultaria menos sospechoso si me lo dijeran siempre en octales, decimales o hexadecimales.

La baraja francesa tiene 54. King, Queen y... ¿Junior?.

El 10 es un jugador más.

Son 13 por palo y dos comodines, que son los que están vestidos totalmente para el jolgorio, la jarana y el bullicio.

Los diamantes: con diademas y bisuteria diversa. Una versión más erótica que pornográfica.

Las picas (o espadas) tienen fotos de mujeres con pintura de guerra (maquillaje de mediados del S XX) y juguetes eróticos.

Las de tréboles también tienen mujeres pintadas, pero más al estilo hippie en la apariencia.

Y las de corazones muestran a las parejas expresando visceralmente su gusto por las relaciones carnales. Podria suponerse que, a mayor número de corazones, mayor número de personas haciendo el amor; pero la carta no tiene ni 15 cm. en su lado más largo. No le da el cuerpo para tanto.

100 % Diego

[2017-09-17]

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