Leningrad

2018.05.07

 

Leningrad

 

Anochece. Son más de las 10 -ó 22, si lo prefieren-.

He paseado por la bella Leningrado, observando la calma de la gente que vive aquí, transitando los lugares sin apelotonarse, siendo tantos; la mayoria sin apuros.

También he pasado mucho rato mirando al jinete de bronce. Una monumental estatua conmemorativa de Pedro, el grande. Пётр Алексéевич. Una cosa grandísima que, con o sin caballo, ya sería grandota. Más aún, está sobre un pedazo de roca que me pareció una montaña a escala reducida.

Una veintena de metros en altura con piedra incluida. Cascote este que fue llevado desde algún peñón, así entero y rústico como puede serlo un pedazo de montaña.

Bronce y piedra como para cuatro plazas en mi ciudad.

En aquel tiempo en que se la erigió, San Petersburgo tenia un número de siervos grande. Y grandes también los siervos. Así que habia "mano de obra" calificada.

Si no hubieran bastado, también podian hechar mano con la cantidad de soldados que necesitaran; que no eran todos urssos, pero si robustos, fuertotes y obedientes.

Aparentemente ya en aquella época eran muy competitivos. La piedra tiene escrito

Pedro I

Ekaterina II

En esta ciudad también está un monolito que conmemora una gran victoria sobre los franceses. Casi 50 metros y hecha por un francés (según firma). Esto lo vi porque buscaba escrito en alguna parte algo como Alejandro I - Napoleón 0.

A la columna, que está formada por una sola pieza, la llevaron rodando. Aún así fue tanto el esfuerzo requerido que siervos, soldados y piedra estaban arrebolados al llegar.

El granito sigue estando rosado, los humanos que la transportaban, no. Ya no están.

Esta ciudad tiene una apariencia muy ordenada y organizada porque fue hecha luego de que arquitectos (grado máximo en esa época) franceses, italianos y rusos la diagramaron.

Edificaron desde "cero".

A eso hay que sumarle que en verano el sol se "pone" entre 22 y 23, amaneciendo entre 2 y 3.30. Jornada laboral larga y sin sindicatos. El que no trabajaba era porque no queria.

El impacto visual llega a ser exquisito si se tiene en cuenta que son casas de 100 ó 200 años. Una urbe que se ve bonita hasta con pocas luces.

Im-pre-sio-nan-te.

Las luces eléctricas fueron pocas en la era moderna porque mucho del cobre habrá sido usado para el bronce de Pedro con un caballo. Y la comunicación de vanguardia tecnológica fue demorada porque el oro se puso en palacios colosales (enormes en todo ámbito, realmente) y otras obras monumentales.

Y no quedó mucho para hacer los semiconductores. Ni para la tv en blanco y negro. Lo que no era molesto porque habia cobre para el cableado de media ciudad, nada más. El resto, en el bronce ecuestre.

Podrian haber fundido algunos de los tantos cañones de la isla fortaleza que -parece ser- jamás se dispararon belicosamente; pero no, porque eran patrimonio del zar y luego atractivo turístico o alguna otra razón así de importante.

En fin... termino acá, porque aún hemos cenado, esperándome y ya está clareando el dia.

 


 

 *:(game) jugar juego

100 % Diego

[2018-05-13]


 
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